Os dejé con la historia a medias...así que la voy a continuar...
La verdad es que como os dije, dejé un tiempo esto de las tartas ya que me quedé embarazada de Dunia y luego cuando nació, con las dos tan pequeñitas tampoco tenía tiempo ni ganas de hacer estas cosas, los ratitos de tiempo libre eran para dormir!!
Pero a primeros de Abril de este año, una mamá de la guardería donde iba mi hija mayor, me comentó que sabía que hacía estas tartas y que su hija le había dicho que quería una tarta de delfines, que si yo podía hacérsela... Por supuesto le dije que sí...y la vena artística comenzó a fluir de nuevo por mi cuerpo... Pero a los pocos días me dijo que su cuñada le había dicho que le iba a hacer la tarta a la niña, así que no hacía falta que se la hiciera...
Uy! pero a mi no me conocen! Yo no puedo dejar de hacer una cosa que tengo en la cabeza, así que sin decirle nada decidí hacérsela de todas maneras, le iba a dar una sorpresa!! Como la fecha del cumpleaños era entre semana y ellos lo celebrarían el fin de semana siguiente, pensé que le haría una tarta pequeñita para la fecha en concreto como regalo de cumpleaños, y que así la tarta de la tía la podían comer para la celebración familiar y así todos contentos!
Gracias a Marisa, retomé de nuevo mi afición por estas tartas artísticas!!
Desempolvé mis recetario y manos a la obra! La verdad es que estoy orgullosa de como quedó...contando que hacía un año y medio que no me había puesto a hacer ninguna...
Horneé un bizcocho de MSC de vainilla en un molde de 18 cm y lo rellené con ganaché de chocolate, lo cubrió con fondant azul turquesa y me puse a modelar los delfines, peces y demás motivos marinos...y el resultado fue éste...
A partir de ese momento, ya no he conseguido parar de hacer tartas y cupcakes decorados...Lo necesito!
Muchas gracias Marisa por abrir esa puerta de mi pasión dormida por estas dulces creaciones! Muac!
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